Como lo publica en su página Web, la Fundación Huesped brinda claramente cuales son las formas de contagio del vih y cuales NO:
Las vías de transmisión comprobadas son pocas y bien definidas:
– Relaciones sexuales vaginales, anales u orales, heterosexuales u homosexuales sin protección. El paso del virus en las relaciones sexuales se realiza a través de las lesiones o heridas microscópicas que se producen durante la penetración y otras prácticas sexuales, por donde los fluidos de quien tiene el virus ingresan al cuerpo de la pareja. 3 de cada 4 casos de transmisión son por vía sexual. El 90% de estos casos corresponde a exposición heterosexual. El sexo oral es práctica de riesgo para el que pone la boca. Igualmente es aconsejable que se protejan los dos para evitar la transmisión de otras infecciones. Existen más probabilidades de transmisión de hombre a mujer que de forma contraria, lo cual no autoriza a despreciar este riesgo.
– Vía sanguínea, por compartir jeringas para el uso de drogas o cualquier otro elemento cortante o punzante, o a través de la transfusión de sangre no controlada.
– Transmisión perinatal, de madre a hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia. La transmisión madre – hijo plantea el principal mecanismo de transmisión del VIH para los niños. De no recibir adecuada atención médica, una madre VIH positiva tiene una chance sobre tres de dar a luz a un niño infectado. Con atención médica, el riesgo de transmisión del virus al bebé es casi nulo.
¿Cómo NO se transmite?
Tan importante como saber de qué manera se transmite el virus, es saber qué conductas o prácticas no lo hacen:
- Tener relaciones sexuales utilizando preservativos, un estornudo, la picadura de un mosquito, compartir la vajilla o los mismos servicios higiénicos, la depilación con cera, no transmiten el virus.
- La saliva, las lágrimas, el sudor, el aire y el agua, al igual que los alimentos no son vehículos de transmisión.
- Tampoco lo son el practicar deportes, besarnos, abrazarnos, darnos la mano, jugar, trabajar o estudiar, bañarnos en duchas o piscinas e intercambiarnos la ropa con personas que viven con VIH.
- Quien recibe una transfusión de sangre debidamente controlada, no corre riesgos. La Ley Nacional de SIDA N° 23798, exige el control de toda sangre a transfundir.
- Todo procedimiento que incluya riesgo de corte o punción (pinchazo), debe ser efectuado con material descartable o esterilizado.